martes, 23 de abril de 2013

Estimulación del clítoris



   El clítoris de la mujer tiene la mayor concentración de terminaciones nerviosas del cuerpo, y debido a su intensa sensibilidad debe ser tocado con mucho cuidado y entendiendo lo que se hace. Como los pezones, cuanto más excitado esté el clítoris, más placentera será la estimulación intensa. Dibujar círculos alrededor del clítoris, como de los pezones, conduce la energía hacia él y prepara a la mujer para su estimulación directa. Estos círculos son esenciales para avivar su fuego y llevar su deseo al punto de ebullición.
     Generalmente, el hombre debería empezar por acariciar o dibujar espirales en la base y los laterales del clítoris, que no son tan sensibles. También puede hacer rodar el clítoris entre los labios de la vagina. A continuación, el hombre intentará acariciar o dibujar espirales en la capucha antes de tocar directamente el glande, que es extremadamente sensible. Para algunas mujeres, la estimulación directa del glande siempre es demasiado intensa, por lo que el hombre tendrá que seguir aquí las indicaciones de su compañera (gemidos, jadeos, sudor, sonrisas o instrucciones verbales).
      Para la mayoría de las mujeres, la estimulación clitoridiana es esencial si quieren
experimentar el orgasmo. A muchas mujeres les cuesta más llegar al orgasmo durante el coito por la falta de estimulación directa de su clítoris. Imagina que un hombre intente llegar al orgasmo acariciándose solamente la base del pene o los testículos, sin estimularse el glande. En este caso se podrían escribir muchos libros sobre las dificultades que tienen los hombres para llegar al orgasmo.
      Se ha podido constatar una y otra vez que las mujeres llegan al orgasmo tan rápidamente como los hombres cuando se dan placer a sí mismas (estimulándose el clítoris). El error que cometen muchas parejas es el de asumir que la mujer no debe tocarse durante el encuentro sexual o que el clítoris no necesita ser estimulado durante el coito.
      Un hombre puede aprender mucho respecto a la estimulación del clítoris de la mujer si ella está dispuesta a enseñarle. Puede empezar por tocarse a sí misma dejando que su compañero apoye los dedos sobre los suyos para sentir qué lugar y presión le resultan placenteros. Alternativamente, ella puede posar sus dedos sobre los de su compañero y dirigirle al lugar que desea con la presión justa. Durante el coito, él (o ella) puede tocarle el clítoris, intensificando su excitación y estimulación. Cuando las parejas han aprendido a potenciar así la estimulación durante el coito, no tienen que volver a preocuparse de la satisfacción de la mujer o de si «ha estado bien para ella».

Fuente: La mujer multiorgásmica, Mantak Chia

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