jueves, 16 de mayo de 2013

El sexo y el superatleta



      Está muy extendida la creencia entre muchos entrenadores deportivos profesionales en que un atleta que hace el amor la noche antes de una competición importante pierde su eficacia competitiva. Este tópico se presta a controversia y el análisis de la opinión existente sobre el tema está inconcluso. Clive Davis, editor del Journal Of Sex Research, investigó los efectos que producían las relaciones sexuales antes de la competición y concluyó: "Siempre podrás encontrar informes anecdóticos que apoyen cualquier postura que desees tomar, pero con seguridad no podrías defender ninguna desde un punto de vista médico”.

     Los boxeadores profesionales de primera categoría son los que más insisten en afirmar que no pueden violar las leyes naturales sin pagar un alto precio. Ken Norton afirmó públicamente que él se abstenía de realizar prácticas sexuales durante ocho semanas antes de su primera pelea con Alí y que hizo lo mismo en sucesivas peleas con éste. "Creo que me perjudicó un par de veces en mis primeras diez u once peleas el no abstenerme del sexo". Norton dijo que él no creía que "nueve de cada diez luchadores" abandonaran el sexo cuando se preparaban para un cómbate. Joe Frazier, quien también se enfrentó a Ali, creía firmemente en los perjudiciales efectos que tiene la práctica sexual con eyaculación: "Si le prestas a la diversión antes de un combate, no te quedará ninguna reserva de energía”.

     Se comenta que el gran Muhammed Ali observaba una estricta abstinencia sexual durante un año antes de sus combates. Él nunca publicó otro porque mantiene en secreto sus métodos de entrenamiento. La actitud taoísta hacia la sexualidad resuelve el dilema que enfrenta el atleta que se ve obligado a elegir entre perder su eficacia competitiva o a su mujer. Un atleta puede poseer lo mejor de ambas cosas si aprende los secretos de conservación y transformación de la energía sexual. Existe un aumento substancial en la energía de reserva de la que se puede disponer después del acto sexual taoísta, dado que el macho no sólo ha conservado su propio poder de semilla superpotente, sino que también ha absorbido una alta dosis de fuerza yin de la tierra igualmente potente de su amante. Cualquier atleta que controle el impulso de eyacular su fuerza vital, habrá dado un paso adelante en el proceso de controlarse a sí mismo y su deporte elegido. Puede despertar de una noche amorosa y extática lleno de alegría y de vitalidad, con las baterías totalmente recargadas. Es bastante diferente del agradable agotamiento que con frecuencia sigue a la práctica sexual con eyaculación.

     Algunos atletas masculinos afirman que realizar el acto sexual con eyaculación la noche anterior es beneficioso para su deporte. La razón que explica esto es generalmente sencilla el atleta tiene demasiada energía nerviosa y hacer el amor le relaja. El exceso de energía frena su capacidad de actuación y la eyaculación le libera de dicha tensión. Esto mejora su coordinación y su atención en el terreno de juego al día siguiente y por eso le ayuda a ganar. Ello está completamente de acuerdo con la idea que tiene el taoísta sobre la función del acto sexual de armonizar la mente, el cuerpo y el espíritu. Grandes cantidades de energía chí pura dentro del cuerpo físico no sirven de nada hasta que se han integrado de manera armoniosa con la mente y el espíritu.

      El profesor Mark Anshel, de la Universidad de Nuevo México, llevó a cabo una extensa investigación sobre el atleta y el sexo. Descubrió que muchos entrenadores creaban la frustración sexual intencionadamente con la esperanza de que sus atletas dirigiesen sus impulsos contra el oponente.

      Todas las personas no reaccionan ante la frustración del mimo modo", señala Anshel. "Al impedir la actividad sexual, estos entrenadores (o el mismo atleta; Guillermo Vilas, tenista profesional, admitió haber permanecido célibe durante un año para mejorar su juego) puede realmente originar manifestaciones negativas de la personalidad tales como ira o sentimientos de incomunicación".Los taoístas han venido empleando él sexo desde tiempos remotos para curar los desequilibrios físicos, emocionales y mentales; una práctica que ayuda mucho a los atletas a mantener al máximo su buena forma física y mental. Los taoístas también eran artistas marciales y sabían que el secreto para derrotar a un oponente consistía en la combinación de disciplina física con un alto grado de conocimiento de sí mismos. Por esta razón cultivaban su energía chí y se guardaban de perder su semilla con las mujeres. Esta práctica taoísta del "Kung Fu Sexual" se mantiene en absoluto secreto entre los artistas marciales por temor a que sus oponentes lo aprendan y se hagan más fuertes. El atleta moderno puede gozar de los mismos beneficios hoy día que los luchadores taoístas, los espadachines y los practicantes de Tai chi chuan tenían hace cientos de años la plena libertad de amar sin perder la eficacia competitiva.

Fuente: Cultivando la energía sexual masculina, Mantak Chia.

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