Emperador Huang Ti: Me encuentro muy abatido y
falto de armonía. Estoy triste y temeroso. ¿Qué puedo hacer?
Su Nu: Todas las debilidades del
hombre cabe atribuirlas a formas defectuosas de amar. La mujer es más fuerte en
el amor, respecto del sexo y de la constitución, como el agua es más fuerte que
el fuego. Quienes conocen el Tao del amor son igual que los buenos cocineros en
saben combinar los cinco sabores en un plato apetitoso. Los que conocen el Tao
del amor y armonizan el Yin (hembra) con el Yang (macho) son capaces de mezclar
las cinco dichas en un placer celestial; quienes no conocen el Tao del amor
morirán antes de tiempo y sin que ni tan siquiera hayan realmente gozado del
placer amoroso. ¿Verdad que Su Majestad no quiere ver así las cosas?
El diálogo continúa con Huang Ti decidido a
seguir este consejo. Se dirige a otra de sus consejeras femeninas (tenía tres
consejeras y un solo consejero) Hsuan Nu.
Huang Ti: Su Nu me ha enseñado cómo lograr la armonía entre el Yin y el Yang. Ahora quisiera escuchar lo que tengas que decirme sobre el tema para que me confirmes lo que he aprendido.
Huang Ti: Su Nu me ha enseñado cómo lograr la armonía entre el Yin y el Yang. Ahora quisiera escuchar lo que tengas que decirme sobre el tema para que me confirmes lo que he aprendido.
Hsuan Nu: En nuestro universo, todo lo viviente ha sido creado a través de la
armonía del Yin y del Yang. Cuando el Yang posee la armonía del Yin, todos sus
problemas se resuelven y cuando el Yin tiene la armonía del Yang los obstáculos
se desvanecen. El Yin y el Yang deben ayudarse continuamente el uno al otro. El
hombre ha de creer en esto con total firmeza y la mujer estar siempre dispuesta
para recibirle en ella. Así, los dos seres permanecerán en comunicación y sus
secreciones se nutrirán mutuamente.
Una vez Huang Ti ha aceptado el
consejo de sus consejeras, quiere averiguar en detalle cómo dominar el tercer
principio del Tao del amor. Se dirige a su principal consejera y le pregunta:
Huang Ti: Cómo debe un hombre observar los deseos y satisfacción de su mujer?
Huang Ti: Cómo debe un hombre observar los deseos y satisfacción de su mujer?
Su Nu: Existen diez indicaciones. Un hombre debe observar y
saber cómo surgen. Las diez indicaciones son:
1) Sus manos de jade le sujetan la espalda, con la parte inferior de su cuerpo en movimiento. La mujer hace sobresalir su lengua y le besa, intentando estimularle. Esto indica que ella está fogosa.
1) Sus manos de jade le sujetan la espalda, con la parte inferior de su cuerpo en movimiento. La mujer hace sobresalir su lengua y le besa, intentando estimularle. Esto indica que ella está fogosa.
2) Su fragante cuerpo se halla en posición supina, sus miembros están estirados, sin movimiento y respira muy fuerte a través de la nariz. Esto indica que desea que él prosiga su empuje.
3) Abre las palmas de las manos para jugar con el martillo de jade de dormir del hombre, al cual da vueltas. Esto indica que está hambrienta de él.
4) Sus ojos y cejas parpadean y su voz emite sonidos guturales o palabras alegres. Esto indica un grado sumo de excitación.
5) Emplea ambas manos para cogerse el pie y abrir ampliamente la puerta de jade.
6) Su lengua sobresale como si estuviese semidormida o embriagada. Esto indica que su vulva ansía un empuje ora profundo, ora superficial, que más tarde se hará más vigoroso.
7) La mujer extiende sus pies y los dedos de los pies e intenta retener el martillo de jade masculino dentro de ella, pero no está segura de qué modo desea que él empuje. Al mismo tiempo, emite murmullos con voz ahogada. Esto indica que está a punto de llegar la marea del Yin.
8) De repente, averigua lo que desea y tuerce un poco su cintura. Transpira algo y al mismo tiempo sonríe. Esto indica que desea que él aún no acabe, pues todavía desea más.
9) La dulce sensación está a punto de alcanzarle y su placer va en aumento. Su marea del Yin ha llegado. Aún sujeta con fuerza al hombre. Esto indica que todavía no está satisfecha del todo.
10) Su cuerpo está cálido y sudoroso. Sus manos y pies se relajan. Esto indica que ahora ya está satisfecha por completo.
No puede caber duda alguna acerca de los minuciosos detalles con que se describen estas indicaciones y que los médicos taoístas estudiaron el asunto de un modo intensivo y todo indica que, para una mejor observación científica, debía de estar presente una tercera persona para anotar las reacciones de la mujer durante cada estadio del coito. También es cierto que algunas posiciones amorosas necesitarán de tres participantes y que se obtuvo información de esas sesiones.
Hermosa lección de amor y sexo. El mundo sería más bello si todos supiéramos sacar provecho de esta sabia lección.
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