jueves, 7 de marzo de 2013

Circuito y anatomía de la Bomba Sacro-craneal



   El sistema nervioso cuenta con un circuito de circulación de fluido cerebro-espinal considerado fundamental en la protección a las delicadas estructuras de la médula y cerebro. Dentro de la columna vertebral y la cabeza, circula el fluido cerebro-espinal que es impulsado por dos bombas que activan su circulación. La primera está ubicada en la zona del sacro y es denominada la bomba sacra. La segunda está en el cuello y la base de la cabeza y se llama bomba craneal.
    Quienes han tenido la experiencia de activar este circuito, relatan tener la sensación de sentir una “gran burbuja” de energía que subía por la columna, como resultado de un trabajo respiratorio especial. 
     La tradición taoísta sostiene que el sacro es una bomba que permite retener la energía sexual que emana desde el escroto y transforma la energía, mientras la impulsa en dirección hacia la coronilla, a través de la columna. Si se bloquea la abertura del sacro, el Hiato, la fuerza vital o “Chi” no puede entrar y se devuelve hacia arriba (cabeza, coronilla llamado centro superior). El Hiato es una muesca del hueso sacro que se encuentra un poco más arriba del final de la columna y es el lugar por dónde pasa cuando está abierto, la energía sexual cálida hacia la columna
     Para los taoístas el cráneo es considerado la principal bomba que moviliza la energía desde los centros inferiores hasta los superiores. Las investigaciones médicas de los últimos tiempos han demostrado que existen unos pequeños movimientos en las uniones de los 8 huesos craneales mientras se respira. Estos huesos craneales son dos parietales, dos occipitales, dos frontales y dos temporales., los que conforman la bóveda craneal.
   El movimiento craneal de estos huesos es responsable de la producción y función del líquido cerebroespinal que rodea al cerebro y la médula espinal que se requiere para la producción de la energía y el funcionamiento nervioso del organismo.
     Al fortalecer las uniones de los huesos craneales se logra aumentar la energía, evita los dolores de cabeza, problemas de los globos oculares y ojos, y evita problemas al cuello.
     En la tradición hindú el uso de posturas invertidas y especialmente Sirasana o pararse de cabeza es fundamental para recuperar la energía e invertir el flujo de la energía vital, movilizándola hacia la cabeza. El uso de los esfínteres anales o mulabhanda para cerrar la salida de la energía hacia abajo es fundamental en todas las prácticas de yoga y de trabajo con la energía vital o prana.
     Los taoístas trabajan con la pelvis, el diafragma escrotal y urogenital, la bomba sacra y craneal para impulsar la circulación de la energía sexual hacia los centros superiores.

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