jueves, 14 de febrero de 2013

Entrevista a Mantak Chia

 MANTAK CHIA, EXPERTO EN EL ARTE TAOÍSTA DEL AMOR
"Todos somos multiorgásmicos"
Tengo 61 años. Nací y vivo en Tailandia. Soy ecologista, cristiano y taoísta, pero el taoísmo no es una religión sino una práctica. A los 6 años me retiré a un monasterio y he pasado la vida estudiando con los maestros taoístas vivos más importantes. Dirijo los centros de Tao Curativo del mundo.

- ¿Hombres multiorgásmicos?
- A lo largo de más de 3.000 años los taoístas han desarrollado técnicas para alcanzar múltiples orgasmos retrasando, e incluso reteniendo, la eyaculación.

- Debe de ser complicadísimo.
- El orgasmo y la eyaculación son dos procesos físicos diferentes pese a que los occidentales los hayan equiparado. Alfred Kinsey, pionero de la investigación sexual, informó de descubrimientos similares en 1940; y después de que sus hipótesis hayan sido probadas repetidamente en laboratorio, la mayoría de los hombres sigue desconociendo su potencial multiorgásmico.

- ¿Un poco duros de mollera?
- Pues sí, la sexualidad masculina occidental sigue estando erróneamente centrada en el objetivo, inevitablemente decepcionante, de la eyaculación en lugar de en el proceso orgásmico de hacer el amor.
- Muy decepcionante no debe de ser...
- La eyaculación no es más que un espasmo muscular involuntario. Los taoístas eran médicos y descubrieron que la eyaculación agota la energía masculina, ese hecho está hoy reconocido por la medicina occidental. Lo realmente placentero y también saludable es el orgasmo, y no la eyaculación.

- El tao milenario buscaba a través de ciertas prácticas sexuales la inmortalidad.
- La energía sexual es uno de los tipos de energía bioeléctrica más obvios y poderosos. Las prácticas taoístas del amor y la salud están basadas en cultivar esa energía sexual usarla para aumentar la energía general, la salud, creatividad, capacidad y alargar la vida.

- Trasládeme esas conclusiones al presente.
- En estudios realizados en grupos de la tercera edad se ha confirmado que el sexo es un factor de vital importancia para conservar nuestra salud a largo plazo. No expulsar el semen y convertirse en un hombre multiorgásmico es multiplicar el placer propio, el de la pareja, la potencia y la salud.

- Adelante, cuente, cuente...
- Antes le aclararé una cosa: para los taoístas, el sexo está relacionado con la salud, no con la moralidad.

- Entiendo.
- Hay que aprender a sentir y mover la energía sexual. Y para controlar el ritmo de la excitación, y por tanto la eyaculación, hay que respirar lenta y profundamente.

- Hay que trabajar.
- Sí, pero cuando aprendes a controlar la eyaculación y mover la energía sexual por tu cuerpo, entras en otra dimensión del sexo y de las percepciones, sientes el orgasmo en cada centímetro de tu piel y hacer el amor te regenera en lugar de dejarte agotado.

- ¿El amante taoísta es más capaz de satisfacer a la mujer?
- Mucho más, el coito puede durar horas y hay técnicas para experimentar todo tipo de sensaciones. Puedes llegar a sentir tu energía sexual circulando por el cuerpo de tu compañera y la suya a través de ti, es una sensación increíble que puede dar como resultado una transformación de la conciencia. La sexualidad en Oriente estaba contemplada como parte del camino espiritual.

- Pues aquí o es pecado o es gimnasia...
- El contacto urgente y apasionado que muestra la mayoría de las películas, en el que la mujer está lubricada inmediatamente y se queda satisfecha tras unos breves minutos de coito, nos daría risa si no fuera porque induce a muchos hombres a imitar esa forma tan poco realista de hacer el amor.
- ¿Cómo hay que tratar a una mujer?
- El hombre debe abrir las tres puertas de la mujer y activar las tres aguas. La primera puerta es el clítoris, la segunda es el punto G y la tercera es el cuello del útero. El hombre debe conseguir que la mujer eyacule en las tres áreas preparándola para la penetración.

- ¿Y qué debe hacer la mujer?
- El arte de la mujer consiste en ayudar al hombre a controlar la eyaculación; para ello hay muchas prácticas, como los ejercicios con el huevo de jade que fortalecen el músculo vaginal, un placer intenso para el hombre y una fuente de salud para la mujer. 
- No siga, dígame qué es lo esencial para convertir a un hombre en un buen amante.
- Al hombre le gusta el fuego y a la mujer el agua, pero si el hombre no calienta suficientemente el agua de la mujer, con caricias suaves en las tres puertas, y entra con su fuego a calentar el agua de forma impulsiva, no conseguirá que la mujer vibre y se entregue.
- Paciencia.
- Sí, paciencia, el secreto para aprender a disfrutar. Cuando consigues que la mujer tenga las tres eyaculaciones femeninas, entonces amor, dulzura y éxtasis ofrecen la posibilidad de un orgasmo tras otro. Pero hay algo muy importante que debo decirle.
- ¿. ..?
- Los antiguos taoístas no contemplaban el sexo sin amor. Es mucho más fácil practicar el arte taoísta del amor cuando se ama.
- Pero la pasión se acaba.
- Ése es otro tópico. Para los taoístas, el amor y el sexo son mejores a los 50, e incluso a los 60, que a los 20 años. Según el taoísmo, la atracción que sentimos depende de la fuerza de la carga yin-yang que hay entre nosotros. Una de las principales causas de la pérdida de polaridad a lo largo del tiempo es el sexo eyaculatorio, porque cuando el hombre eyacula descarga su energía yang.
- El cerebro también debe de influir.
- En realidad, el sexo comienza hasta 48 horas antes de hacer el amor, la energía y las emociones acumuladas te siguen hasta el dormitorio. Si te centras en la calidad del amor, la calidad del sexo mejorará y cuanto más placer des, más placer recibirás.

Fuente: http://www.lavanguardia.es

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