lunes, 4 de febrero de 2013

Por qué practicar el kung fu sexual



Ésta es la primera pregunta que le puede invadir al lector. Y tengo varias respuestas para dicha pregunta. Primeramente porque haciendo un uso correcto de nuestra energía sexual, descubriremos terrenos, perspectivas y límites que nunca antes habíamos experimentado. Hemos de partir de la base por la cual, la energía sexual es la más poderosa y sutil que existe, por lo que no se debe malgastar expulsándola en cada acto sexual. Por lo que hemos de aprender, o mejor dicho, reaprender nuestros hábitos amatorios. Para ello hemos de aprender a, una vez contenida la energía sexual, a hacer circular y distribuir dicha energía por la órbita microcósmica, sanando así todos los órganos vitales y dotándolos de una fuerza, vitalidad y salud que nunca antes habían dispuesto. En su momento ya hablaremos de qué es la órbita microcósmica y cómo lograr su apertura.
Fruto de la era de la información en la que nos encontramos inmersos, en las últimas 2 ó 3 décadas han proliferado obras que nos hablan de cómo preservar la energía sexual. No obstante, ya a principios y mediados del siglo pasado algunos autores, de los que hablaremos más adelante en otros post, citaban la transmutación sexual como forma de alcanzar el desarrollo total y absoluto del ser humano.

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